Es que la Iglesia
Católica-Vaticano siempre ha sido inveterada enemiga de la República Dominicana
y de los dominicanos en una olímpica actitud recalcitrante de malagradecida y
perversa
El parasitismo, junto con
el chantaje y la extorsión, además del derroche de la más exuberante y nociva
ingratitud, de la Iglesia Católica-Vaticano y de cada maldito cura, desde el
alias Papa o apócrifo rey-emperador, con un putango y rastrero, como sucio
abolengo ancestral de por medio, hasta el inferior curita, casi siempre maricón
y pedófilo a la vez; es la historia universal y cotidiana, a escala mundial y
nacional, de este cartel del opio de la humanidad, que es cristiano
catolicismo, apostólico y romano, que se repite, ya con el jesuita y perverso
Bergoglio, llamándose emperador Francisco I, o en el alias Cardenal, y cada uno
de los alias obispos y seudo príncipes de una monarquía, cuyo único elemento es
el de la superstición, aparejada a la peor condición de oscurantista; como por
igual lacayos y mercenarios del imperialismo y del régimen oligarquía; con los
hechos dando cuenta de que, además del 50 ó el 60 por ciento del presupuesto
nacional que, por vía del Concordato, el Estado poner en manos de estos buitres
cruzados con hienas de dos patas, mientras sus gobiernos despóticos, corruptos,
entreguistas y mercenarios, como los de los reformistas y el tirano alimaña Joaquín
Balaguer, como el del desgraciado estúpido Rafael Hipólito Mejía, los del
paranarco terrorista y capo di tutti cappi Leonel Antonio Reyna y su banda, al
igual que la otra banda Pálido pelegato boschista, que encabeza el hombre
babosa hecho de paja podrida, Danilo Medina, el Dañino Medina; y el Estado les
financia sus múltiples negocios de la salud, como Cedimat y Plaza de la Salud,
así como su maternidad y centro de atención femenina, con un presupuesto que es
10 veces la cantidad con que el Estado y sus desgobiernos financian los centros
hospitalarios llamados públicos. Y todo esto, agregado a que la Iglesia
Católica-Vaticano y sus negocios están exonerados de todo pago de impuestos;
hay que soportar que esos gobiernos corruptos y criminales le financien, con
recursos extras, extraídos al Estado Dominicano, todo el andamiaje y estructura
comercial del cartel Iglesia Católica-Vaticano; tal cual se comprueba en que,
los tres que echaron al pueblo en el pozo, Leonel Antonio Reyna, el rufián
Rafael Hipólito Mejía y el hombre babosa Dañino Medina, le han obsequiado 35
millones, indudablemente de procedencia estatal, para que ese antro repugnante
de supersticiosos, construyeran y operaran un nuevo centro de su asistencia
social, a ser financiado por el Estado Dominicano, porque vividores como el que
más, y aprovechadores hasta decir ¡apártate!, como inútiles y holgazanes.
Y, recibiendo todos esos
recursos enajenados del Estado Dominicano, con la más olímpica ingratitud, esa
Iglesia Católica Apostólica y Romana, y cristiana, es la principal
conspiradora, e instigadora calumniosa, en contra de los dominicanos, a los que
nos endilgan precisamente todo el fondo de las miserias humanas de las cuales,
curas e iglesias cristianos, son creadores y forjadores.
Esto queda completamente
claro, con el caso de la campaña anti-dominicana de los haitianos, cuyo
objetivo es la destrucción de la nación dominicana y la imposición de la fusión
con las hordas salvajes y repugnantes del Estado tribal haitiano.
Lo último que hizo ese Obispado
de Santiago, fue que designó un cura haitiano para realizar un acto de
brujería, de esos que llaman misa, pagado por unos soquetes de dominicanos que,
siendo nacionalistas, quisieron, dadas sus creencias en esas pendejadas
religiosas, llevar a cabo una solicitud al dios cristiano en protección de la
soberanía nacional ultrajada, y en riesgo de eminente peligro, ante la acción
de los haitianos, que dan por un hecho, como si la voluntad y el brazo de lucha
del pueblo dominicano no supiera apelar a las armas y a los machetes para la
defensa de la patria dominicana; y, el obispado santiaguero, que encabeza el
aberrado pedófilo Benito de la Rosa Carpio, envió a oficiar el acto de
brujería, que es la tal misa, a nada menos y nada más que a un jodido cura haitiano,
llamado Richard Cantil, quien empleó el acto religioso y oscurantista, pagado
por los nacionalistas dominicanos del llamado grupo Febreristas para, en vez de
enaltecer los reclamos de la identidad dominicana y la defensa de nuestra
nacionalidad dominicana, hacer exactamente lo contrario; y defendió el
expansionismo y el afán de invasión de los haitianos sobre la República
Dominicana, aduciendo que era necesario dar cumplimiento al ideal de los
déspotas gobernantes haitianos y defensores de la colonización europea, como
Toussaint Louverture; y, en efecto, llamó a la unificación de la isla, bajo el
lema de una e indivisible.
Por nuestra parte, nos
alegramos de la lección que recibieron esos dominicanos que, en forma de
cretinos e impensantes, quieren seguir creyendo en sus supercherías católicas,
y siguen confiando en la Iglesia Católica-Vaticano, como en las sectas
protestantes y evangélicas, que son todas recalcitrantes enemigas de la
República Dominicana.
Ahora bien, entendemos que
los dominicanos, al tiempo que debemos desplegar la más intensa actividad,
contrarrestando el entreguismo de los corrup-partidos del sistema, como los
corrup-sabandijas balagueristas y su corrup-PRSC, así como a los perrodé del
gángster Miguel Vargas Maldonado, del hijo de la gran puta, agente
yanqui-judío, Rafael Hipólito Mejía, como de las bandas de ladrones y
criminales entreguistas de los pálidos pelegatos boschistas del Dañino Medina,
Gángster Murmullo, como del paranarco terrorista, y de igual calaña de ladrón
que Dañino Medina, Leonel Antonio Reyna; también debemos trabajar en la
población para que rechace que se les dé la condición de dominicanos a los
miembros de las hordas de haitianos, que odian profundamente a la República
Dominicana y a los dominicanos.
Si hay que recurrir a las
armas que fueran y a los procedimientos que sean necesarios, no hay por qué
dudar en hacerlo. Pero a los haitianos hay que echarlos del país cueste lo que
cueste y caiga quien caiga.
De igual modo, nuestro
Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), sustenta que no hay
que querer pagar impuestos al Estado Dominicano para que los gobiernos
traidores se los den a la Iglesia Católica-Vaticano y a los curas; éstos, si
quieren cuartos, que trabajen por su propia cuenta y que suden las bolsas y sus
asquerosos traseros de maricones y elementos improductivos socialmente.
No es moral pagarle
impuestos a un Estado que usa los fondos recaudados con los impuestos para
dárselos a los curas y a los haitianos.
¡Ya está bueno!
¡Dominicano! Incorpórate a
la cruzada de: todo es válido contra el gobierno pro-haitiano y anti-dominicano
Pálido pelegato boschista del Gángster Murmullo, Dañino Medina.
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