La antología de las fábulas da cuenta de que un comerciante de la muy
lejana antigüedad cruzaba por un desierto de nieve o una estepa congelada
cuando, desde la montura en que viajaba divisó una pequeña serpiente que estaba
moribunda por el frío, con sus signos vitales en los límites de su extinción, y
movido por un equivocado sentimiento de conmiseración, se tomó la molestia de
desmontarse y, contra las sabias y atinadas advertencias de la comitiva de
comerciantes, de la que formaba parte el ingenuo condolido, éste toma el cuerpo
ya inerte del mortífero reptil y se lo introdujo en el seno de su confortable
abrigo que le daba calor y le protegía de la intemperie despiadada de la
helada. Ello provocó que, casi de inmediato, el reptil volviera en sí y, sin
pérdida de tiempo, más rápido que inmediatamente, clavó sus afilados colmillos
cargados del fulminante veneno, haciéndole pagar con su vida, al comerciante,
la imprudencia imperdonable cometida.
Esta fábula posee una sabia moraleja. Jamás albergues ni des amparo a
quien, por su naturaleza más íntima, siempre buscará la manera de matarte.
Y éste y no otro es el caso de nuestra Patria, la República Dominicana,
con sus vecinos del Estado tribal haitiano, como de manera bastante ilustrativa
lo representa la persona que dice llamarse Yelaine Rodríguez, y que damos los
rasgos de su real y verdadera fisonomía espiritual. Ha anunciado que, por su
iniciativa, se efectúa la exposición “La Lucha: Quisqueya y Haití. One Island”
con lo que, hasta con los ojos cerrados, se ve que, detrás de esto están las
manos del imperialismo norteamericano y del nefasto clan de Bill Clinton e
Hilary Rodham de Clinton o Hilary Clinton, que, a la cabeza de la Santa Alianza
anti-dominicana se proponen tres objetivos.
1ro. Reemplazar del territorio de la Nación-República Dominicana a la
población dominicana y colocar en su lugar a la población haitiana, que tiene
por características fundamentales su carácter tribal, refractario a la civilización
y su empecinamiento en mantenerse encartuchados en lo que llaman sus raíces
africanas. Por el otro lado, los dominicanos, siendo básicamente mulatos, nos
hemos inclinado siempre por el impulso indeclinable de ser copartícipes de la
cultura y la civilización progresivas, sin dar pie al racismo blanco, como
tampoco al racismo negro, que es ostentado en forma obsesiva, ancestral,
paranoica y alucinante por los haitianos, por lo que sienten un odio salvaje
contra los dominicanos, hasta el punto de que un dominicano no puede caminar
por ninguna calle de Haití sin riesgo de caer asesinado en cualquier momento,
como tampoco que ningún extranjero, y mucho menos si es dominicano, puede optar
ni obtener la nacionalidad del Estado tribal haitiano, pues allí sólo se le
otorga dicha condición al nacido de padre y/o madre haitianos, eso es, por jus
sanguinis.
La nombrada Yelaine Rodríguez es un huevo de serpiente empollado entre
los invasores furtivos haitianos, que se dan apellidos como Rodríguez,
tomándolo de los cementerios o comprándolo a inescrupulosos que falsifican
actas de nacimiento, o que toman los datos de actas de defunción de dominicanos
fallecidos para dichos extranjeros asumir la identidad del dominicano(a)
muerto(a) como la suya.
El segundo objetivo es desarticular el Estado Nacional Dominicano para
imponerle la fusión con las hordas haitianas.
Y de esta manera obtener el tercer objetivo que es: Provocar una guerra
entre ambas comunidades para Estados Unidos, a la cabeza de las potencias
recolonizadoras, llevar a cabo una intervención militar y terminar saqueando
las riquezas nacionales de ambos territorios, bien diferenciados, de los
susodichos dos países; bien diferenciados cultural y territorialmente, de
idiomas diferentes, los dominicanos hablamos un solo idioma, que es el español,
los haitianos hablan creole o patoi, con por lo menos 20 variantes, según la
tribu original de su procedencia africana; la población dominicana está
registrada civilmente por las instituciones pertinentes; los haitianos son todo
lo contrario.
Para cumplir los nefastos objetivos de los haitianos que, como siempre
ha ocurrido, se venden a todos los manejos de las potencias coloniales contra
la República Dominicana, a los haitianos se les han enseñado muchos dogmas, en
base a la tergiversación y la mentira, como son los que refleja, según la nota
anunciando el evento concebido, a nombre de la tal Yelaine Rodríguez.
Un socorrido sonsonete o cliché es que República Dominicana y Haití
comparten un mismo territorio, lo que es totalmente falso.
La realidad es que estamos ubicados en la misma isla, como esta isla de
Santo Domingo está ubicada en el mismo archipiélago de las Antillas Mayores del
Caribe. Pero no por ello se dice que compartimos territorio común con Puerto
Rico, Cuba ni Jamaica.
República Dominicana, en la parte Oriental de la isla, ocupa 48 mil 448
kilómetros cuadrados de los 76 mil 286 kilómetros cuadrados de la isla de Santo
Domingo. Haití ocupa la parte Occidental de ésta y su territorio es de 27 mil
838 kilómetros cuadrados.
Por lo tanto, es una falsedad lo de que República Dominicana y Haití
comparten un mismo territorio.
El caso bien ilustrativo puede ser la división de Estados que hay aquí,
en los Estados Unidos, donde cada Estado tiene su propio límite territorial
bien definido, aunque todos son parte de los Estados Unidos de Norteamérica,
como otro tanto pasa con México, y ambos son parte del Continente de América
del Norte, sin que se pueda decir que Estados Unidos y México comparten un
mismo territorio.
Por ello, a esas falacias les decimos: A otros perros con ese hueso que
intoxica.
Otra falaz mentira es una de carácter histórico, que, en forma bastante
sibilina recoge y expresa la tal Yelaine Rodríguez cuando taimadamente expresa:
“En la Escuela de Altos de Chavón, República Dominicana, aprendí sobre la
independencia de la República Dominicana, pero no se me enseñó nada respecto a
la lucha contra los colonizadores de ambos lados”.
Y de aquí parte ella para manifestar su identificación con los
haitianos, que se presentan falsificando y tergiversando la historia real y
verdadera que da cuenta que los peores colonizadores y agresores impenitentes
con sus pretensiones de subyugar como su colonia a la República Dominicana y a
la Nación Quisqueyana son los haitianos, y de lo cual es prueba tan palpable
como irrefutable la acción del aventurero Toussaint Louverture, tránsfuga que
se pasó de la raya pretendiendo ser más francés que el corso Napoleón, el
célebre emperador Napoleón y se auto-designó portaestandarte del acuerdo,
netamente colonialista, de Basilea, y cruzó la línea demarcatoria que hacía de
frontera entre Haití y la nación (dominicana), que ya había recorrido todo el
proceso histórico para ser nación, pero que hasta entonces era colonia de
España.
Una vez aquí, en la Nación colonia República Dominicana, se
auto-proclamó Gobernador vitalicio, decretó el fin de la esclavitud, lo que era
más virtual que real y nunca tan bárbara como la impuesta por Francia en Haití,
su colonia-enclave de comercialización de esclavos negros.
Es notorio que el carácter refractario a las ideas progresivas y a los
ideales independentistas que bullían en todo el Continente Americano queda de
manifiesto cuando este estafador de Toussaint Louverture declaró la isla una e
indivisible, que era una consigna que se ventiló en el curso de la Revolución
de Francia, una e indivisible. Y lo que hizo aquí, Toussaint Louverture, además
de perpetrar atroces represalias y crímenes contra mulatos y blancos criollos
españoles, fue declarar que la isla entera era una e indivisible, como colonia,
bajo el dominio de Francia, y de paso le impuso a esta nación la religión
católica como la religión del Estado colonia. Tal fue la osadía del tránsfuga
Toussaint Louverture que le costó la vida, lo que, a su vez, permitió que se
mostrara el verdadero rostro inhumano, bestial y sanguinario de los haitianos
que hoy se jactan de tener como gloria haber causado 160 mil muertes.
¿Acaso es a esta historia de la lucha anti-colonial a que hace
referencia la tal Yelaine Rodríguez, un huevo de serpiente que al hacer
eclosión concurre a donde tenga oportunidad para buscar los auspicios de los
antros racistas haitianos y anti-dominicanos, causando confusión y distorsionando
la verdad histórica y real?
Nosotros, los del Movimiento Patriótico Independiente (MPI), estandarte
de los dominicanos que defendemos nuestra independencia, nuestra soberanía,
nuestra autodeterminación, denunciamos a la tal Yelaine Rodríguez, así como al
llamado Instituto de Intercambio Cultural de Haití, que conspiran y atentan
contra el derecho a la existencia de nuestra Patria, la República Dominicana,
ganado en el campo de batalla y las lides políticas, habiendo derrotado más de
una docena de veces a las hordas invasoras haitianas.
Y es bueno que se sepa que el dictador Trujillo, instalado por el
imperialismo yanqui y la Iglesia Católica-Vaticano, si mató a decenas de miles
de haitianos fue porque pretendían colonizar y desnaturalizar, desde dentro, la
Nación Dominicana. Esgrimir esos hechos, con fines de chantaje, les decimos que
pierden su tiempo.
MOVIMIENTO PATRIOTICO
INDEPENDIENTE (MPI) FILIAL NUEVA YORK
Febrero 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario